8 jun 2025

Helenia - quién era? qué significaba para el matriarcado

 (segun los manuscritos frisios)


 


Segunda parte de los escritos de Minno

Cuando Nyhelenia, cuyo propio nombre era Minerva, se asentó firmemente, y la gente de Grecia[1] casi la amaba tanto como nuestro propio pueblo, algunos príncipes y sacerdotes vinieron al burgo para preguntar dónde estaban sus tierras heredadas. 

 

 

 

Helenia respondió: “Llevo mis herencias (min erva) en mi corazón, porque lo que he heredado es amor por la sabiduría, la justicia y la libertad. Si las pierdo [034] seré como la más baja de tus esclavas. Ahora doy consejos sin costo, pero entonces tendría que venderlos”.

 
Los señores se fueron y gritaron riendo: “¡Tus humildes siervos, sabia Helenia!”. Pero con eso fallaron su objetivo, porque el pueblo que la amaba y la seguía, adoptó ese nombre como un título honorífico. Cuando se dieron cuenta de que su disparo había fallado, hicieron sonar la campana de alarma y afirmaron que ella había hechizado al pueblo. Pero nuestro pueblo y la buena gente de Grecia pudieron refutar eficazmente esa calumnia.

Más tarde vinieron de nuevo y preguntaron: “Si usted no es una hechicera, ¿para qué sirven esos huevos que siempre lleva consigo?”. Minerva respondió: “Estos huevos son el símbolo de las recomendaciones de Frya, en las que se esconde nuestro futuro y el de toda la humanidad. El tiempo debe incubarlos y nosotros debemos tener cuidado de no dañarlos”.

Los sacerdotes: “Bien dicho. ¿Pero para qué sirve el perro a su mano derecha?”. Helenia respondió: “¿Acaso el pastor no tiene un perro para mantener unidas a sus ovejas? Lo que el perro es al servicio del pastor, yo lo soy al servicio de Frya. Cuido su rebaño”.

“Eso suena bien”, dijeron los sacerdotes, “pero dinos: [035] ¿Qué significa el búho que siempre está sobre tu cabeza? ¿Es esa criatura nocturna acaso el signo de tu clarividencia?”.

“No”, respondió Helenia. “Él me ayuda a recordar que hay un tipo de personas que deambulan por la tierra. Viven como él en templos y cuevas. Merodean en la oscuridad, pero no como él, para liberarnos de ratones y otras plagas, sino para tramar artimañas con las que puedan robar el conocimiento de otras personas, para tenerlas bajo su control, esclavizarlas y beber su sangre como hacen los vampiros”. 


Una vez vinieron con un gran grupo de personas. Estaban afectados por la peste y dijeron: “Estamos ocupados haciendo sacrificios a los dioses para que alejen la peste. ¿No quieres ayudar a calmar su ira? ¿O has traído tú misma la peste sobre la tierra con tus artes?”. 

 



No”, dijo Minerva. “Y no conozco dioses que hagan el mal, así que tampoco puedo pedir que dejen de hacerlo. Conozco un solo Dios, que es el espíritu de Wralda. Y debido a que Dios es perfecto, no hace el mal”.

“¿De dónde viene entonces el mal?”, preguntaron los sacerdotes.

“Todo el mal proviene de ustedes mismos y de la estupidez del pueblo que los sigue”.

“Si su ser supremo es tan especialmente bueno, ¿por qué no detiene el mal?”, preguntaron los sacerdotes.

Helenia respondió: “Frya nos [036] ha mostrado el camino y el Carretero [2]- que es el tiempo - debe hacer el resto. Para cada desgracia hay consejo y ayuda, pero Wralda quiere que los busquemos nosotros mismos, para que nos hagamos más fuertes y más sabios. Si no queremos eso, él nos deja chapotear para que experimentemos las consecuencias de los actos sabios y tontos”.

Entonces un príncipe dijo: “Me parece aún mejor que no existiera el mal”.

“Lo entiendo”, respondió Helenia. “Porque entonces el pueblo permanecería como ovejas mansas. Tú y los sacerdotes querrían pastorearlos, pero también esquilarlos y llevarlos al matadero. Nuestro ser supremo no lo quiere así. Él quiere que nos ayudemos unos a otros, pero también que todos seamos libres y más sabios. Debido a que este es también nuestro deseo, nuestro pueblo elige a sus líderes, condes, consejeros y todos los jefes y maestros de entre los más sabios de los buenos hombres, para que todos se esfuercen por ser más sabios y mejores. De esa manera, algún día sabremos y enseñaremos a otros pueblos, que ser y actuar sabiamente conduce a la iluminación”.

“Eso parece una condena”, dijeron los sacerdotes, “pero si según usted la peste es consecuencia de nuestra estupidez, ¿no sería bueno que Nyhelenia nos concediera algo de esa nueva claridad de la que está tan orgullosa?”.

“Claro”, dijo Helenia.

[037] “Los cuervos y otras aves solo se acercan a la carroña podrida, pero la peste no solo gusta de la carroña podrida, sino también de las costumbres y hábitos corruptos y el encarcelamiento. Así que si quieres que la peste desaparezca y no regrese más, debes cerrar las cárceles y asegurarte de que todos se vuelvan puros, por dentro y por fuera”.

“Queremos creer que tu consejo es bueno”, dijeron los sacerdotes, “pero dinos: ¿Cómo podemos lograr que todas las personas bajo nuestro gobierno lleguen a eso?”.

Helenia se levantó de su asiento y habló: “Los gorriones siguen al sembrador, los pueblos a sus buenos líderes. Por eso debes purificarte primero a ti mismo, para que puedas mirarte por dentro y por fuera sin sonrojarte de vergüenza ante tu propia conciencia. Pero en lugar de purificar al pueblo, has proveído fiestas corruptas, en las que el pueblo bebe hasta revolcarse como cerdos en el lodo, para que puedas satisfacer tus bajos deseos”. El pueblo comenzó a vitorear y a insultar, por lo que los sacerdotes no se atrevieron a continuar su discusión verbal.

Ahora, uno esperaría que los sacerdotes movilizaran al pueblo en todas partes para expulsarnos a todos del país. No, en lugar de hacer sonar la alarma sobre ella, fueron por todas partes, incluso en las lejanas partes de Grecia hasta los Alpes, proclamando que había complacido a la deidad suprema [038] enviar a su sabia hija Minerva, apodada Nyhelenia, entre la gente en una concha marina, para dar buenos consejos, y que cualquiera que quisiera escucharla se volvería rico y feliz y algún día gobernaría sobre todo el reino terrenal. Colocaron sus imágenes en sus altares y las vendieron a los crédulos. Hicieron públicos consejos que ella nunca había dado y describieron milagros que nunca había realizado.

De manera astuta, lograron apropiarse de nuestras leyes y preceptos y, con falacias, pudieron adaptarlos y tergiversarlos a su manera. También tomaron damas bajo su protección, aparentemente bajo la tutela de Festa[3], nuestra primera madre honoraria, para velar por la luz sagrada. Pero esa luz la habían encendido ellos mismos y, en lugar de educar a las damas y luego enviarlas entre el pueblo para curar a los enfermos y enseñar a los niños, las mantuvieron ignorantes y en la oscuridad, y no se les permitía salir. Eran utilizadas como consejeras, pero ese consejo parecía provenir solo de ellos mismos, porque su boca no era más que el conducto que los sacerdotes podían usar a su antojo. 

 

 
Después de la muerte de Nyhelenia, queríamos elegir a otra Madre. Algunos querían ir a Texlandia [039] para pedir a alguien allí. Pero los sacerdotes, que habían vuelto a tener a su pueblo bajo control, no querían permitirlo y nos marcaron como impíos ante su pueblo. 





16 feb 2025

Abuelas

Hola amigas
En este post quiero hablar de la importante relación abuelas - nietos para todas partes.
Veo en la sociedad una evolución/involución individualista donde cada uno va por su lado.
Esto es lo que ha traido que cada uno tenga una pensión por jubilación, que ya se puede permitir de todo respecto a la descendencia. No hay autocontrol de los impulsos narcisistas en esta época.
A nosotras las nuevas madres nos toca otra era en la vejez ya que no va a haber dos trabajadores por jubilado cuando seamos viejas, por no hablar de que no habremos accedido a la vivienda en propiedad en nuestra vejez dada la situacion actual de acceso a la compra de las viviendas por las familias.
Lo sé vivimos en una sociedad narcisista e individualista, perdónenme la insolencia si es politicamente incorrecta.
Me hubiera encantado una abuela Margarita: https://www.youtube.com/watch?v=r6p06dZkL50

10 may 2024

El ARBOL DEL GAROE no condensaba el agua de lluvia... la producía

 

Desvelando el secreto mas sagrado de la naturaleza, la génesis primordial de la sangre de la Tierra, mediante los árboles centenarios

El agua no viene de la lluvia, sino del árbol centenario y sus etericidades, Toda fuente de agua de extrema calidad es un milagro, un milagro que se sabe destruido si se expone directamente a la luz solar.
Los llamados „salvajes“ perforan determinados árboles y plantas para saciar su sed. Beber esta agua excepcional, los vuelve altamente intuitivos, por lo que toman conciencia espiritual.

Entender como funciona y como  usar la supuesta agua milagrosa, coloca a esas personas muy por encima de las personas „civilizadas“, confundidas por sus pensamientos meramente especulativos.
Los „civilizados“ (pobres de espíritu), se vuelven cada vez más perezosos espiritualmente, pensadores ordinarios, incapaces de comprender a las personas muy intuitivas, a las que llaman locos.
En realidad son los pobres espirituales los que han creado el „paraíso“ de locos donde podemos arreglárnoslas para vivir en un estado vegetativo.

Escrito en 1952

 

 

 

 

Los nativos del Hierro se abastecían de agua mediante un árbol, probablemente un tilo, que llamaban Garoé, del que emanaba agua en el centro de un refugio de roca abierto al noreste, Siendo tan preciado para los primeros pobladores de la isla que intentaron ocultarlo de los españoles, con idea de que desistieran de la conquista ante la falta de agua.

También en Gran Canaria, en Teror, era un árbol de Pino centenario, lo que mas veneraban los canarios, con una tradicion tan fuerte que hasta muerto el árbol, la gente seguia subiendo cada año a pie hasta donde este se encontraba para a agradecer por las cosechas y para maravillarse con ciertas luces que emanaban de sus ojas en determinados marcados momentos astrologicos.
Siendo asi que los españoles tuvieron que sincretizar la religión canaria con el cristianismo, inventando que alguien había visto una virgen en el pino pues sus copas brillaban, con lo que se erigió una iglesia en el original lugar de culto. El agua de Teror siempre fue reconocida como agua medicinal y milagrosa, tras la conquista (agua emanada por los pinos de Teror evidentemente), incluso se construyó un balneario curativo en el cauce del barranco.

 

 

 



 Y si no les gusta el agua fresca, tómate esta: