Hola a tod@s
Esta noche he conseguido algunas horas para mí. No he jugado con un giratiempo al estilo Harry Potter, ni pactado con Cronos algún tipo de acuerdo. "Simplemente" he sorteado el día haciendo mil malabares para mantener estimulado a L. con mi cara y mis expresiones (que es lo que más le llama la atención), mientras con mis manos y brazos hacía la comida, atendía la casa, las llamadas, le hacía fotos a mi niño y tiraba pañales a papeleras que estaban a 6 metros de mi (de espaldas y sin dejar de mirar a mi peque) para que el gordo llegara agotado a las 22:00 de la noche y, con lo que me quedara de fuerzas, venir aquí, a este remanso de tranquilidad para hablar de él, y de lo "complicada" que es mi vida desde que él existe...
Ah, no, espera, que más bien es todo lo contrario.
A menudo escucho esa expresión: "un hijo te complica la vida", y río para mis adentros. No discuto. Ya no discuto por casi nada. Ya no me justifico ante nadie. Ya no me importan las opiniones, las sentencias que agotan las vías de recursos, y las tachas en el ego. Simplemente sonrío, y recuerdo cuando yo también creía tener una vida simple, una vida donde el tiempo no daba para nada, y cargada de planes sin comenzar me iba a la cama postergando las simplezas perezosas, y mascando los desaires de la vida me dormía con el consuelo de no tener ninguna responsabilidad.
La responsabilidad hoy es lo de más. El resto es, realmente, muy simple. Desde mi punto de vista una mente tranquila aporta sencillez a mi vida. Las preocupaciones de hoy son concretas: el puré de mañana, los pañales, el paseo, y que ahora esté tapado [ahora vengo]. Esas son las complicaciones de mi hoy. Por lo demás, mi cabeza vive serenamente, disfrutando de los pequeños-grandes placeres-misterios de la crianza y las nuevas expresiones de amor.
En cuanto al tiempo. Este es dilatado hasta límites que nunca creí posibles. "Dejas de tener tiempo". Esta frase es cierta, dejas de tener tiempo en cantidad, pero eres más productiv@ que el más soltero de la galaxia... ¿recuerdas los días que se convirtieron en años planeando movidas que nunca hiciste? Con la maternidad cualquier minuto cuenta (mientras meces su carro con una mano con la otra sostienes los apuntes y lees el tema de un curso que has decidido (por fin) comenzar; en el baño aprovechas y escribes una entrada en tu blog; y hasta mientras le cantas, puedes responder a tus emails...), y cada interrupción es un estímulo para continuar. Las ideas se te acumulan en la cabeza y se convierten en campos fértiles que esperan a la siesta, o la noche. Y mientras él está despierto, no hay cosa más fácil que hacerle reír.
No, la vida no se te complica. Seleccionas lo realmente importante. Deshechas la paja de tu existencia. Haces directamente lo que tienes que hacer, más, y te da tiempo para sonreírte cuando alguien suelta alguna soez.
Un hijo simplifica.
Feliz domingo.
PD: ojo! no recomiendo en absoluto tener un hijo para simplificar una vida. Una criatura no arreglará los problemas. Cuando decides entregarte por entero a una vida supuestamente complicada como esta, descubres, con sorpresa, que todo es más simple de lo que te pintaron...
Rebe cuanta razón! No se deja de tener tiempo sino q ese tiempo se entrega a una personita de la que disfrutas. Eso sí. Dicha personita requiere casi las 24 horas del día; yo agradezco el gran apoyo de las abuelas y primas y el papá, q a veces me permiten tener algo de tiempo solo para mi y no me veo llevando un negocio sola por el momento jeje, quizá más adelante... Pero no has contado qué es eso en lo q trabajas desde casa??
ResponderEliminar(Besitos,Marta)