Holaaa… ¿Cómo están? Espero y deseo de corazón que muy bien,
disfrutando con alegría este nuevo mes maravilloso que comienza.
Antes de ser madre y mientras esperaba en las colas de embarque miraba
alrededor para contar los bebés que viajarían conmigo y pensaba “por favor que
esté sentado muy lejos de mi asiento”. Normalmente los pequeños lloran durante
el vuelo y si están un poquito crecidos no paran de dar patadas en los asientos
mientras la persona responsable de ellos hace que allí no está pasando
nada. La cosa se complica cuando son dos
o más sean hermanos, primos, vecinos, amigos… porque no paran de pelear,
tirarse del pelo, querer hacer las mismas cosas al mismo tiempo… un follón que
mientras miras hacia esa desastrosa situación de vuelta al baño porque por
suerte están lejos de tu asiento no puedes más que dar las gracias a la fortuna
que quiso que estuvieran allí, bien lejos de tu vista.
Pero cuando eres madre y viajas con tu pequeño la cosa cambia y tanto
que cambia jjjjaaa. Lo primero que recomiendo es ser prácticos. Si lleva
pañales, debes subir con munición al avión, pero no tiene sentido si la
duración del viaje es de dos horas que subas con quince pañales. Las compañías
aéreas facilitan muchísimo los trayectos. Hasta los dos años puedes pasar por
la aduana todo tipo de líquidos necesarios para alimentar al bebé sin importar
las medidas. Incluso te dejan pasar por un control preferente para que puedas
pasar sin agobios y si fuera necesario revisar los líquidos o el carrito,
puedas estar con tu bebé esperando sin presión de gente suspirando a tu
alrededor de por qué tardas tanto. Te ofrecen desde el mismo momento en que ven
a tu bebé que si necesitas calentar su comidita ellos pueden hacerlo. Si el
bebé llora te ofrecen ir detrás donde ellos preparan los carritos con las
comidas para que puedas calmarlo con tranquilidad y sin miradas insistentes que
piden que lo calles por favorrrrrr.
El momento del despegue y del aterrizaje suele ser el más molesto para
ellos por el cambio de presión. Si es un bebé de teta puedes ponerlo a mamar,
la succión le ayudará a calmar el dolor en caso de padecerlo. Mi niña de
momento no sufre dolor de oídos despega y aterriza el avión y ella sigue en su
mundo maravilloso de miradas nuevas ante una situación que no ha vivido antes. El
avión es un lugar en el que la temperatura es templada y el aire acondicionado
puede ser regulado. No hay necesidad de abrigar a los bebés como si estuviesen
en la nieve. Una mantita fresca para cubrir puede resultar necesaria pero no
abrigos ni capas de ropa. Muchas veces lloran de calor. No podemos estar
nosotras en camiseta y llevarlos a ellos con mucha ropa de abrigo encima “por si acaso”. De momento no he
realizado desplazamientos largos, sólo con ella he ido a la penísula y entre
islas pero se que en caso de que el vuelo fuese de larga duración te facilitan
incluso una mini cuna para poder hacerlo de forma más cómoda y descansar los
brazos. Hay mamis que dicen ¿en esa cuna voy a acostar a mi bebé donde han
dormido ya quinientos? Vuelvo a lo del principio, ser prácticos nos facilita la
vida. Puedes llevar tus propias sábanas para estar más tranquila y usarlas si
eso te relaja pero obviamente las sábanas que
te facilitarán estarán limpias y seguramente de estreno como ocurre
cuando pides una matita para ti.
Es verdad que la maleta va casi llena con sus cosas. Mucha ropa porque
manchan cada rato y normalmente no puedes lavarla. Siempre viajo con mi
botellita de jabón y estropajo sin usar para fregar su biberón. Intento llevarle ropa y
calzado cómodos aunque obviamente no camina como nosotros, procuro llevarla de
forma que se sienta bien y no ropa que pueda incomodarla. Igual que hago
para mi. El carrito hay mamis que desde
que los peques empiezan a caminar quieren deshacerse de él es necesario si
viajas. Caminan pero para que lo hagan como nosotros tienen que pasar muchos
años, entonces si quieres desplazarte por la zona que visitas sin llantos ni paradas
porque de repente tiene sueño, algo que pasa mucho, necesitas tu carrito o la
mochila para portearlo. Para los hoteles
uso el calienta biberón que menudo invento para estos casos.
Respecto de la documentación necesaria para viajar con bebés con el
certificado de residencia y el libro de familia podemos desplazarnos sin
problema dentro de nuestro país. El DNI cuando son tan pequeñitos se debe
renovar cada seis meses, por tanto, si no vas a hacer uso de él no tiene mucho
sentido tenerlo y que apenas lo vuelves a mirar esté caducado. Viajo siempre con
la cartilla de la seguridad social porque siempre puedo necesitarla y no
tenerla me produciría seguro mucha inseguridad. Las exposiciones prolongadas al
sol son peligrosas con un bebé por muchísimos factores que todas conocemos y
que los pediatras están cansados de repetirnos y que escuchamos diciendo “no
será para tanto, exagerad@”. Las cosas no pasan hasta que pasan. A veces la
euforia nos puede, no queremos dejarlos con nadie y los llevamos a todas partes
con nosotros y damos pasitos hacia lo arriesgado. Siempre usemos el sentido
común, si yo me estoy cociendo de calor, él igual. Si yo estoy pelada de frío o
noto corrientazo, él también. Nuestro sistema inmune está maduro, el de ellos
mucho menos, tener cuidado, el justo para no convertir las salidas en insoportables
e incómodas, para que al llegar no nos escuchemos decir “nunca más, o lo dejo
con alguien o no vuelvo a salir con él”.
Cuando viajamos creo que debemos hacerlo con conciencia. Invertimos nuestro
dinero en ello para disfrutar, para crecer, para vivir, para aprender a través
de la observación, para estar en el aquí y ahora que nos proporciona tantísima
satisfacción. Muchas veces observo a las madres con sus hijos maldiciendo a su
marido: “te dije que sería un desastre, te lo dije que teníamos que haberlo
dejado con mi madre, hemos dejado olvidada los zapatos de por la noche, ¿ahora
me explicas que le pongo para salir a cenar?, no se cómo va a dormir sin su
cuna, llama al hotel a ver si nos ponen una parecida, él en los parques cunas
no descansa”.
No he viajado muchísimo con mi niña, alguna escapadita maravillosa los
tres que disfrutamos como tres bebés. Por supuesto a mi también me encantaría
trasladar mi casa donde voy y también se me quedan atrás cosas tremendamente
necesarias que al llegar pienso “vaya , se me ha olvidado”, pero no permitimos
ninguno de los tres que las cosas estropeen nuestro momento de pasar interminables
días juntos que es lo que más disfrutamos, todo el tiempo haciendo cosas juntos. Los
niños pueden vivir sin sus juguetes favoritos, sin los zapatos para ir a cenar,
sin sus cunas… pero se les hace insoportable tener a su madre alterada por
pequeñeces que luego se trasladarán a ellos. Si viajamos con ellos que sea para
regalarles vida no para cargarlos como si fueran losa.
Les deseo que disfruten del viaje de la vida, ese es el más impresionante de todos,
Les deseo que disfruten del viaje de la vida, ese es el más impresionante de todos,
Feliz semana,
Ro
(Dedico mi entrada a P. que es quien me ha dado la idea, un niño maravilloso que ha regalado a mi niña muchísimo
AMOR).
Gracias por los consejos tan útiles, Ro
ResponderEliminarDe nada Rebe belleza
ResponderEliminar