13 jun 2017

¿Somos lo que comemos?


Hola a tod@s,
Como se acerca el verano pensé que podía interesarles una entrada sobre cambios alimenticios ya que parece que con el buen tiempo todo se hace de mejor gana. ¿ y si hacemos de nuestro alimento nuestra medicina?
Cada vez con más frecuencia vemos como muchas enfermedades se han convertido en auténticas pandemias. Es muy común ver como a cualquier edad muchas personas padecen cáncer, hipertensión, alergias al gluten, a la lactosa, diabetes en niños, epilepsia… ¿están unidas y por tanto relacionadas con lo que comemos?

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Por desgracia hay poco dinero para los que investigan y estudian sobre este asunto y la información al respecto tampoco es conveniente para los que manejan los hilos desde arriba difundirla con claridad, pues detrás de los tratamientos de cura de todas estas patologías hay una industria enorme que mueve miles de millones de euros y si no enfermamos no necesitaríamos cura ni usaríamos la medicina como recurso para sanar.

Tres factores según los expertos hacen que nuestro cuerpo enferme: el estrés, la contaminación y la comida (yo añadiría las emociones). Los dos primeros podrían ser vencidos si nos alimentamos  bien. Muchos profesionales de la medicina, confiando en ella pero mirando un poquito más allá, han tomado conciencia de la importancia de eliminar ciertos alimentos de nuestra dieta, que por el daño que hacen  son absolutamente prescindibles. Se trata del azúcar, la sal refinada y la lactosa que podrían ser sustituibles por panela, sal no refinada y la leche de vaca podemos cambiarla  por una de cabra, de avena, de arroz, de coco, de almendra…

Yo les puedo contar como he ido haciendo para cambiar ciertos hábitos porque por supuesto he bebido mucha leche de vaca, he tomado mucha azúcar y añadía sal refinada a mi comida. Cambiar una forma de vida no se consigue de un día para otro pero tomar conciencia de que alimentarnos bien influye en nuestra calidad de vida es fundamental, vital me atrevo a decir y si nosotros comemos bien, nuestros hijos adquirirán hábitos de alimentación saludable y ese es un regalo maravilloso que les hacemos.

A veces, en el supermercado observo los carros de la compra de alrededor y de verdad que me echo manos a la cabeza. Piensen en una pizza precocinada, y piensen en la pizza que hacemos en casa que al día siguiente ya está casi inservible y si vemos a alguien tirar de ella le decimos “cuidado que eso es de ayer”. Imaginen que puede contener una pizza que lleva una fecha de caducidad de cuatro meses. Ahí lo dejo para reflexionar. Igual con las tortillas envasadas que yo las veo y ni de reojo las miro porque dan pavor. Supongo que llevan huevo, de verdad, no me malinterpreten pero me parece tremendo que ese producto se venda, que se permita venderlo y que haya gente que lo lleve a casa y lo coma. Hay personas que intentan justificarse diciendo que leen los ingredientes del envase y que no hay nada extraño en él, sin saber quizás que la ley no obliga al fabricante a poner todo lo que contiene el producto en sí. Tal cual. Juzguen ustedes mismos el asunto.

Muchas veces nos pasamos la mañana entera comiendo y no terminamos de saciarnos. Eso es un claro síntoma de que lo que estamos aportando a nuestro cuerpo no nos está sirviendo en absoluto.

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Una limonada en ayunas con un poquito agua templada, sustituir el azafrán por la cúrcuma, mucha dosis de frutas y verduras(los frutos rojos, el brócoli, el aguacate, el tuno indio, el pan de espelta, la papaya…), son algunas joyas que aportan muchísimo bien a nuestro organismo, chocolate negro cero azúcar ( es cuestión de acostumbrarse, yo al principio decía esto ni es chocolate ni es nada jjjjaaaa), agua, evitando zumos no naturales, refrescos…, frutos secos, yogur natural… cuidado con las fresas no ecológicas pues al ser una fruta porosa contiene mucho pesticida que ni lavándola bien desaparece.

Se trata de llevar una dieta alcalina y así alcalinizar por tanto nuestra sangre pues un cuerpo alcalino no enferma. Les recomiendo comer huevos ecológicos porque podrán comprobar que no tiene nada que ver su sabor con uno no ecológico.

No se si saben que una gama importante de supermercados en la isla han apostado por suministrar en algunos de ellos solo comida saludable. Entendamos que si no hubiese demanda no estaríamos hablando de esto y si no hubiera negocio con esa demanda tampoco. Cada vez es más frecuente ir a tomar café y leer que puedes tomarlo con leche de coco o de almendra… ¿casualidad? …

¿Qué hacemos con nuestros hijos? Pues ofrecerles la información que tenemos para que la hagan suya y puedan difundirla. Comer fruta para que ellos la coman, no llevarlos a comer hamburguesa como recurso fácil y rápido sino prever las horas que vamos a estar fuera de casa y llevar nuestra comida si es una merienda por ejemplo, que es sencillo y evitamos ofrecerles comida basura y por supuesto no justificarnos cuando ofrecemos cosas que no son alimento (es desalentador oír que la leche de la teta de la madre y la leche de bote es lo mismo, que la compota si está para los niños será por algo, que el azúcar que contienen los cereales es el permitido, etc, ect). Claro que mi hija ha comido compotas y claro que come chocolate con leche pero de verdad no puedo decir que una manzana y una compota de manzana es lo mismo porque me parece que roza lo absurdo. Los niños son tremendamente adaptables y receptivos. Aquello que les ofrecemos debemos hacerlo con convicción y  siendo su espejo en el que se miran a diario debemos convertirnos en el mejor de los espejos. Si comemos mal, comerán mal porque es lo que ven hacer. Y llenar nuestra cesta de la compra de comida sana ayuda a no tener que decir no, simplemente si no hay eso que piden, no podemos ofrecerlo y podemos ofrecer alternativas saludables.

¿Qué hacemos con las emociones? Sobretodo, alejarnos de gente tóxica, esa que no nos respeta y nos trata con desprecio. La falta de amor propio llena nuestra sociedad de personas hastiadas. Son personas muy inestables emocionalmente, constantemente sostenidas por  los de alrededor que tienen el amor propio en el mismo lugar que la persona a la que están sosteniendo. Así que añadan a los “no” del  azúcar, la sal y la lactosa las personas tóxicas (jjaaaaa esto es una broma).

Espero que les sirva mi entrada, he aportado lo que se que no es mucho, porque sobre este tema hay muchísimo por aprender siempre, si quieren compartir al respecto, ya saben quedan invitadísim@s.  Puedo darles algunos perfiles de internet que a mi me encantan sobre esto: mujer holística por ejemplo, ofrece muchos batidos saludables y muestra interesantes formas de preparar comida sana. Susan Powel, si quieren buscarla tiene muy buenos planteamientos sobre el cáncer y su origen. Vanesa Lorenzo ha escrito un libro titulado, “Yoga un estilo de vida” donde además de dar consejos básicos sobre como iniciarse en el mundo del yoga, aporta ideas e información muy válida sobre cómo podemos alimentarnos mejor, que vitaminas, proteínas, etc contiene lo que comemos, en que dosis lo necesita nuestro organismo para equilibrar bien la balanza etc. Me parace un libro muy completo.

Les deseo una toma de conciencia sobre la forma que comen, les invito a hacer pequeños cambios que siempre se traducen en grandes avances y así vivir sanos y felices…

Ro

2 comentarios:

  1. Ro q buen post! yo tb me quedo asombrada con los carros de la compra cuando voy al super.
    La industria nos tiene muy engañados para su beneficio, pero cada vez hay màs conciencia.
    Te Recomiendo el libro del dr. Perlmutter (cerebro de pan). Un abrazo.

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  2. muchas gracias Naya por la recomendación. Lo anoto ... besitosss para M. y para ti.

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