Buenas tardes a tod@s, ¿Qué tal
les cunde el fin de semana?
El mío parece como si
un duende estuviese dando cuerda al reloj agotado e imparable hasta el mismo
lunes, que descansa hasta el viernes que vuelve a ponerse manos a la obra.
Es cierto que las
mujeres que hace treinta o cuarenta años criaban niños parecía que lo hacían de forma
robótica y estandarizada o los niños de ahora son distintos de aquellos. La realidad
es que acostar a tu bebé en tu cama es visto por esa generación como algo
extraño, como la vía rápida, fácil y cómoda a un llanto que puede ser calmado
dejándolo hasta que se le pase la
rabieta, hasta que se agote de cansancio o asuma que no acudirás a acunarlo.
La cuna es lo primero
que preparan unos padres primerizos. Perfectamente
acomodada con sábanas limpísimas, planchadísimas, lavadas con el detergente de
bebés más cuidadoso del mercado, con sus protectores de barrotes… es el paraíso
del descanso pero muchos bebés no la quieren. No descansan más de media hora en
ella. La matrona decía sabiamente que la cuna tenía púas… la de mi niña al
menos sí. Cuando nace un hijo hay muchísimos cambios a todos los niveles en la
familia que se crea, principalmente emocionales para la madre que está
tremendamente hormonada. Una mota de polvo puede hacerte llorar. Por eso
debemos ser prácticos y no caer en reglas impuestas por una sociedad que
idealiza la crianza y hace que tomemos como realidad algo que cuando nace
nuestro hijo vemos que no es. No siempre los bebés han dormido solos en sus
cunas y no siempre las madres han conseguido que los bebés duerman en sus cunas.
Algunas de esas madres en secreto y muy sigilosamente cuando vienen a visitarte
a casa (es una costumbre cada vez menos extendida pero yo al vivir en un pueblo
sí recibí visitas de vecinas), te dicen al oído y aprovechando que nadie puede
verlas ni escucharlas “ si no te descansa en la cuna, le pides permiso a tu
marido para meterla en tu cama, ahí te duerme la noche entera”. No podemos
generalizar como si fuese una cuestión indiscutible el lugar en el que debemos
colocar a nuestro hijo para que duerma,
porque cada madre es un mundo, cada pareja de esa madre es otro mundo y cada
bebé otro distinto, cada uno con sus circunstancias y con su naturaleza y de
acuerdo a ambas se ha de decidir donde duerme el bebé. Hay mil teorías sobre
este asunto a favor y en contra de dormir al bebé fuera de su cuna, ¿cuál
recomiendo? Aquella que nos sirva, la que nos facilite la vida. Mi niña ha
dormido en nuestra cama porque ha sido un bebé no estándar, como esos que dicen
existían hace 40 años. Era imposible mantenerla en su cuna y lo intentamos casi
todo antes de meterla en nuestra cama. Allí dormía desde el primer momento,
calentita a nuestra vera, algo que con el tiempo fuimos conscientes que tenerla
entre nosotros nos apetecía tanto como a ella.
Le di seis meses de
pecho, desde el principio estaba decidida a hacerlo y fuerte para conseguirlo. El pecho es a
demanda, por tanto es más sacrificado que la leche de fórmula con la que el
bebé está hasta tres horas sin volver a
comer. Pero me resultaba muy cómodo salir y si lloraba ponerla a comer sin
preparar nada, sin esperas y sin llevar mil cosas para preparar su comida. Me resultó
tremendamente fácil que cogiera el pecho. La matrona corrigió la postura en una
ocasión y fue suficiente para estar enganchadas seis preciosos meses una a la
otra. Me costó al principio ir por ahí con el pecho por fuera pero enseguida
supe cómo taparlo y cómo hacer para que nadie se quedase mirando. Es increíble
cómo por la playa van las mujeres con el pecho al descubierto y el mundo sigue
girando como si tal cosa y cuando una madre va a amamantar a su hijo la gente
se queda espantada mirando como si estuvieses haciendo algo rarísimo. Hay quién
se acerca para decirte “por aquella
esquinita nadie te ve”. Te hacen sentir extraña pero no hay que hacer caso,
ningún caso, dar de mamar a nuestros hijos es el acto más natural y más normal
del mundo. He tenido mucha suerte en las decisiones que he tomado respecto a la
crianza de mi niña (la teta es decisión casi cien por cien de la madre) pues he
tenido un apoyo absoluto por parte de mi pareja. Ha sabido respetar, apoyar y
animarme en los momentos en que flaqueaban las fuerzas para continuar con el
pecho pues habían noches muy duras en las que no descansábamos nada. Con el
pecho se crea un vínculo precioso entre madre e hijo. Es increíble ver cómo
come de tu cuerpo, cómo pasan los días y tomas conciencia que tu cuerpo es su
alimento. Muchas personas dudan de la teta ¿cómo sabes lo que come? Claro que
no puedes saber lo que come porque no hay un medidor para ello, no obstante, un
bebé que no ha comido debidamente no podrías calmar su llanto hasta que lo haga.
Por supuesto, la alimentación con teta está absolutamente supervisada por la
pediatra que pesa a la niña cada siete u ocho días y de acuerdo a su peso te da
luz verde para continuar. Con el pecho, cuidas mucho tu alimentación, nada de
bebidas con gas, nada de alcochol y todo fluye. Cuando introduces el biberón te
das cuenta que cualquiera alrededor puede darle de comer por ti, ya no eres
imprescindible en su comida, ya puedes dejarla algún ratito con alguien para
salir sin ella. Hay madres que son
incapaces de dar el pecho por mil motivos y no han de sentirse mal por ello. Creo
que hay que ser maduras e inteligentes y si en un momento tan especial pero al
mismo tiempo complicado como es el inicio de la maternidad, no estamos
preparadas para asumir determinadas situaciones, debemos pensar siempre en
nuestro bienestar y por ende en el de nuestro bebé. Si nosotras estamos
emocionalmente fuertes y enteras, él lo estará y todo rodará de forma más fácil
para todos. No podemos obsesionarnos con teorías escritas ni con experiencias
ajenas porque la nuestra hemos de vivirla nosotros.
Portear a A. también
ha sido cuestión de supervivencia. El carro ha sido para ella como la cuna, un
objeto que lo quiere bien lejos de su vida. Así que compramos la mochila
milagro en la que la llevábamos encima a todos lados sin llorar, sin intentos
de escapada como hacía en el carro. Para hacer la compra, para pasear por la
playa (algo que hicimos muchísimo el primer año de vida), para dormirla…
excepto para preparar la comida que puede resultar peligroso, la mochila es
tremendamente útil para todo. Aún la seguimos usando si se duerme en el coche,
al salir la porteamos y sigue durmiendo. Así evitamos las perretas de sueño que
suponen un agotamiento para la peque y para nosotros. Debemos usar una adecuada
y homologada pues hay mucho chapuza que fabrica mochilas que pueden hacer daño
a nuestros bebés.
A todas las madres
maravillosas que habitan este planeta decirles que lleven a cabo la crianza que
les resulte más sencilla, con la que se sientan más identificadas y FELICES. Y a
las madres que ya han criado y están en una posición de observadoras, no
juzgar, no presionar ni cuestionar. Es precioso el respeto de generaciones que ven
cómo criamos niños felices haciéndolo de otra manera porque la mujer de hoy no
es la mujer de hace cincuenta años, ni
su realidad ni su perspectiva de vida.
Que la semana empiece con buen pie para tod@s y sobre todo con mejor tiempo
Ro
Hola Ro! Muy interesante tu poSt. Yo creo q esas 3 palabras colecho, porteo y teta redundan en la salud y bienestar de los peques. Sin embargo para muchas madres resulta dificil llevarlas a cabo; sobretodo pq es romper con la cultura dominante. Así q las generaciones anteriores y la gente joven q no se ha informado sobre los últimos estudios en psicología y desarrollo neuronal y psicosocial posterior del bebé te miran como un bicho raro o te dicen cosas como no lo cojas mucho q se acostumbra, todavía le das el pecho??? Esq no come o qué? Dormir con él bebé es un peligro, lo puedes aplastar. Que conste q tb hay muchos profesionales de la salud obsoletos q no saben apoyar la lactancia y q no tienen ni idea de la importancia de cosas como el vínculo hormonal y el contacto físico, están más bien entrenados para tratar patologías. Otra razón por la q esos 3 conceptos no se pueden llevar a cabo son las circunstancias económicas como q con un sueldo no dé para hacer frente a los gastos. Pero quizá lo peor es la presión social actual q quita del todo valor a la maternidad, como si fuera una tarea indigna dar amor y ocuparse de los hijos; así muchas q dicen defender las causas feministas piden igualdad laboral y ayuda para guarderías; pero no q las mujeres puedan disfrutar de una paga mensual durante los primeros 3 años para así no tenerse q ver obligadas a trabajar.
ResponderEliminarTus reflexiones me encantan y son súper valientes ... estoy de acuerdo contigo ... muchos niños con 6 años presentan cuadros de estrés y ansiedad y es visto con naturalidad y no se va al fondo del asunto ... el médico empieza a plantear ( duerme poco? Come bien? ) x supuesto cuestiones importantes pero puede ser k x necesidad horario esté sobre estimulado con mil actividades k lo sobrecargan? Puede ser k la solución pase x darle más tiempo y amor? Gracias naya x tú aportación ... besos a M. Y a ti ❤️
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